12 dic 2022

Gorguts - Luc Lemay (junio 2013)





(Entrevista originalmente publicada en el nº 3 de la revista This Is Metal)


 

Canadá vio nacer, hace ya casi un cuarto de siglo, a una de las bandas más originales y creativas de la escena Death Metal. Poseedores de un sonido único e inconfundible (oscuro y técnico a partes iguales), Gorguts renacen de sus cenizas tras varios años de ausencia y vuelven, de la mano de Season of Mist, con un nuevo y fantástico álbum llamado ‘Colored Sands’.

Un muy agradable y accesible Luc Lemay (vocalista, guitarrista y líder de la formación) repasa con nosotros el pasado y presente de una banda que, sin duda, se adelantó a su tiempo.






Luc, ¿qué se siente al estar de vuelta con un nuevo álbum, una nueva formación y un nuevo sello?

Es genial. He estado esperando esto desde hace mucho tiempo.

 

Han sido doce años.

Sí, doce. Pero no me ha llevado doce años escribir el disco (risas). Empecé a trabajar en el álbum hacia 2007 o 2008, y es fantástico tener nuevos miembros con los que compartir ideas y tocar este nuevo material. Tanto Colin (Marston, bajista –ndr), como Kevin (Hufnagel, guitarrista –ndr) o John (Longstreth, batería –ndr) son todos unos excelentes músicos. Ha sido muy estimulante trabajar con ellos.

Y estar en Season of Mist también es estupendo. Nos están apoyando mucho. Están haciendo un trabajo genial. No podría estarles más agradecido.

 

¿Hasta qué punto podemos considerar a Gorguts como un proyecto tuyo en solitario acompañado por músicos de sesión? ¿Podríamos decir que a día de hoy se trata de una one man band?

Sí y no. He sido el líder de este grupo desde hace casi 25 años, pero siempre me he querido rodear de músicos de gran talento. Una banda necesita un líder del mismo modo que necesita un cantante o un batería. Y yo sé lo que quiero para Gorguts, pero no les digo a los demás cómo tienen que hacer su trabajo. Me acompañan músicos que tocan sus instrumentos un millón de veces mejor que yo, lo cual me encanta porque compartir ideas con personas así es una experiencia enriquecedora.

Es cierto que el 99% del material de ‘Colored Sands’ lo he escrito yo, pero en ningún momento les he dicho a los demás lo que tenían que hacer. Ellos hicieron sus contribuciones a los temas y yo las he respetado siempre. Puede que en alguna ocasión, a la hora de armonizar algún riff, yo haya dicho “esa escala mayor que estás tocando… ¿no podríamos cambiarla por algo un poco más oscuro?” o algo así, pero todo se reduce a eso. Al final termina siendo una decisión consensuada, aunque yo lleve la batuta.

Por lo tanto, en ese sentido no podría definir a Gorguts como una one man band. Por supuesto es algo que he creado yo, es algo mío, pero les doy a mis colaboradores libertad absoluta siempre que eso vaya en beneficio de las canciones, claro.




¿Sientes algún tipo de presión ahora que finalmente el disco está a punto de ser editado? Hay mucha expectación al respecto, mucha gente está muy pendiente de este lanzamiento.

No, no siento presión (risas). Simplemente estoy ansioso por dar a conocer este disco. Estoy deseando que la gente pueda escuchar el álbum al completo. Ahora mismo ya están disponibles dos canciones, pero quiero que la gente tenga el producto final, que escuche todo el material y que pueda leer las letras para profundizar en la historia que hay detrás de la música.

Hay un concepto lírico que une todos los temas, y aunque obviamente cada uno de ellos puede ser escuchado y disfrutado de forma independiente, el álbum fue concebido como un todo y por ello considero importante que la gente lo experimente de principio a fin. ¿Tú tienes el disco completo?

 

Sí, de hecho ya le he dado dos o tres escuchas y debo decir que me parece un trabajo excelente.

Gracias, muchas gracias.

 

Te digo más: hasta ahora mi disco favorito de la banda era “Obscura” pero creo que ‘Colored Sands’ lo supera.

Oh (risas), ¿de verdad? Genial. Muchas gracias.

 

Por cierto, ¿qué motivos te llevaron a resucitar el grupo?

Bueno, obviamente me apetece tocar en directo los nuevos temas tanto como sea posible, pero el principal motivo del regreso de Gorguts fue simplemente celebrar los 20 años del nacimiento de la banda.

Si te soy sincero, yo ya había dado el grupo más que por terminado, pero fue Big Steeve (Steeve Hurdle, guitarrista de la banda entre 1993 y 1999, fallecido el año pasado –ndr) el que me dio la idea de grabar un nuevo disco con motivo del 20 aniversario. Esto fue en 2007. Me dijo, “dentro de un par de años hará dos décadas que empezaste con todo esto, ¿no crees que estaría bien editar un nuevo álbum a modo de conmemoración?”. A mí no me pareció mala idea así que empecé a darle vueltas, y cuando quise darme cuenta ya estaba de nuevo volcado en la composición. Y a día de hoy no podría estar más contento por cómo están yendo las cosas, especialmente ahora que estoy trabajando con Colin, Kevin y John.

De modo que ese fue el motivo principal: crear nueva música. Simplemente eso. No quiero que el nuevo disco sea visto como una excusa para reunir el grupo y salir de gira. Al contrario. De hecho, como músico lo único que me interesa es escribir canciones, incluso más que tocar la guitarra, que es algo que si no va asociado a componer no me motiva lo más mínimo. Se da la circunstancia de que la guitarra es mi instrumento, pero tocar por tocar… pse. Lo que yo quiero es crear. Es lo que más me gusta. Por supuesto también disfruto tocando en directo, pero definitivamente soy más un músico de estudio.

 


De todos modos, si resucitaste la banda en 2008 y el disco se edita ahora, en 2013, ¿quiere eso decir que te llevo cinco años tener listo todo el material?

No. En realidad el disco ya estaba totalmente compuesto desde 2011, pero hubo más factores que influyeron. Yo tenía un contrato con Century Media, ya que ellos eran los dueños de Olympic Records, con quienes editamos ‘Obscura’ (1998 –ndr) y ‘From Wisdom to Hate’ (2001 –ndr). Cuando Century Media compraron Olympic yo ya había disuelto Gorguts y estaba muy desconectado del mundo de la música. Quería hacer otras cosas y empecé un negocio relacionado con la madera, ya sabes, tallando y construyendo muebles, que es algo que también me gusta mucho.

Finalmente, cuando decidí resucitar la banda, contacté con Century Media para comentarles mis planes con el grupo y preguntarles si estarían interesados en editar el nuevo disco. Me dijeron que sí, que sin problema. Yo les pregunté también si sería posible renegociar el contrato que tenía, y de entrada dijeron que sí. Total, que nos pusimos con todo el papeleo -para aquel entonces ya tenía lista toda la música del nuevo disco- pero el caso es que nunca llegamos a un acuerdo. Siempre había algún punto conflictivo. Finalmente decidimos de mutuo acuerdo que lo mejor sería no seguir trabajando juntos, pero nos tiramos más de un año negociando, con los abogados de por medio y todas esas cosas. En fin, un follón.

 

Muchos problemas, vaya…

Demasiados. No fue nada divertido. Fue agotador y frustrante. De hecho, paralelamente a las negociaciones con Century Media, yo estaba intentado terminar de escribir las letras del disco, lo que me llevó año y medio porque tuve que documentarme bien y leer un montón de libros para poder pulir todo el concepto lírico.

Fue un proceso muy largo: primero escribir la música, luego todo el lío con Century Media, documentarme bien, escribir las letras, acabar dejando el sello, buscar uno nuevo, etc. Al final el tiempo vuela y cinco años pasan casi sin que uno se dé cuenta.

 

Con la edición de ‘Obscura’ creo que pasó algo parecido, ¿no? Y es que tengo entendido que, aunque el álbum se editó en 1998, los temas estaban listos desde 1994. ¿Es correcto?

Sí, eso es correcto.

 

¿Qué es lo que ocurrió en aquella ocasión?

Pasó lo mismo: no teníamos contrato con ninguna discográfica y estuvimos enviando demos en cassette a varios sellos. El problema es que en aquellos tiempos nadie quería editar esta clase de música porque era demasiado extraña y la gente no la entendía, y por eso terminaron pasando cuatro años antes de que ‘Obscura’ viera la luz.

Por suerte hoy en día las cosas son distintas en ese sentido y este tipo de Metal Extremo experimental tiene mayor aceptación.

 

De todos modos lo curioso es que me confirmes que el material de ‘Obscura’ tiene prácticamente 20 años. Realmente fue un disco adelantado a su tiempo…

Gracias. Sí, creo que fuimos algo visionarios en ese sentido. Teníamos muy claro lo que queríamos conseguir, que básicamente era distanciarnos un poco de lo que hacía todo el mundo y seguir nuestras propias reglas, dejando a un lado todos los clichés del Death Metal. Era un material muy arriesgado, de ahí que tardásemos tanto en conseguir editarlo.

 

Precisamente, creo que a nivel musical ‘Colored Sands’ está más cerca de ‘Obscura’ que de ‘From Wisdom to Hate’, que aunque era un álbum complejo, en cierto modo era más directo que su predecesor. ¿Estás de acuerdo?

Sí. ‘From Wisdom…’ era menos caótico que ‘Obscura’. Un poco más pulido, también. Y todas las voces eran mías, mientras que en ‘Obscura’ también cantaba Big Steeve, lo cual es una diferencia importante.

 


¿Qué diferencias dirías que hay entre el nuevo álbum y ‘From Wisdom to Hate’?

Básicamente la diferencia está en la estructura de los temas, ya que esta vez son más progresivos. También se trata de canciones más largas, con más espacio para que ocurran cosas, lo que nos ha permitido ir introduciendo muchos elementos diferentes de manera gradual. Musicalmente, cada tema es como una historia con su inicio, su desarrollo y su desenlace. Y las letras se amoldan perfectamente a lo que es la música.

En cualquier caso, si uno se centra únicamente en lo instrumental, puede percibir un toque muy a lo banda sonora. ‘From Wisdom…’ era mucho más directo. ‘Colored Sands’ es más grandilocuente, tiene más profundidad.

 

¿La mayor duración de los temas ha sido algo intencionado?

No, no. Simplemente salieron así. Cuando empiezo a componer un tema voy trabajando en él, pero es la propia canción la que “pide” una duración determinada. No es que yo de entrada piense “ok, voy a intentar hacer un tema de nueve minutos”, sino que es algo natural. A la hora de componer no sigo ninguna regla ni me impongo limitaciones de ningún tipo.

 

La verdad es que los nuevos temas suenan muy oscuros, opresivos y agónicos. En relación a esto quería preguntarte si conoces un grupo australiano que se llama Portal, ¿te suenan?

Sí, sí, los conozco. De hecho hicimos unos cuantos shows con ellos hace un par de años.

 

No lo sabía. Te lo decía más que nada porque escuchando vuestro nuevo material me dio la impresión de que tenía una ligera influencia suya…

Puede ser, puede ser (risas). Es posible, sí.

 

Antes me comentabas que estuviste documentándote durante un año y medio antes de escribir las letras. ¿Puedes hablarme del concepto detrás de ‘Colored Sands’?

Claro. El álbum trata sobre la belleza y el trágico destino del Tibet. Los cuatro primeros temas hablan sobre la filosofía y lo hermoso de los paisajes tibetanos. Por ejemplo, el nuevo single, ‘Ocean of Wisdom’, habla sobre la reencarnación del nuevo Dalai Lama en el cuerpo de un niño. ‘Forgotten Arrows’ trata sobre las reglas de la causalidad: si algo ocurre en tu vida, es por algún motivo, se debe a tus acciones. ‘Colored Sands’ habla sobre el ritual de dibujar mandalas de arena… ¿las has visto alguna vez?

 

Lo cierto es que no…

Oh, tienes que verlas, deberías buscar imágenes en internet. Son dibujos preciosos hechos con arena de diferentes colores. Una especie de círculos llenos de toda clase de símbolos dibujados por monjes. Es el ritual religioso y filosófico más importante de su cultura. Y para asistir al lugar donde se celebran estos rituales alguna gente puede caminar durante seis, siete u ocho meses y cada tres pasos se arrodilla, tocando el suelo con su cabeza. Luego se levantan, dan tres pasos más y vuelven a arrodillarse. Y así sucesivamente. Es una locura.

 

Después de estas canciones viene un corte instrumental basado en arreglos de cuerda, una especie de intermedio sin nada de Death Metal para darle un respiro al oyente y a continuación volver a la carga.

Exacto. Este tema instrumental está inspirado en la invasión china que sufrió la gente del Tibet en 1950. A partir de aquí viene la segunda mitad del disco, y las letras tratan sobre los trágicos eventos que se vivieron a partir de ese momento.

‘Enemies of Compassion’ habla sobre cómo los chinos hicieron prisioneros a los tibetanos en su propia tierra. ‘Ember’s Voice’ es sobre las inmolaciones que hubo en el Tibet a modo de protesta. ‘Absconders’ trata sobre el exilio de la gente del Tibet hacia el Nepal y la India, abandonando su tierra para poder vivir en paz. En 2006 o 2008, no recuerdo con exactitud la fecha, unos alpinistas grabaron a escondidas a unos guardias chinos disparando con metralletas a unos tibetanos que trataban de escapar hacia el Nepal. Este vídeo llegó a manos de las Naciones Unidas pero China jamás se disculpó por lo sucedido. El tema habla sobre esto.

Por último, ‘Reduced to Silence’ cuestiona la filosofía pacífica de los tibetanos, en el sentido de si realmente vale para algo poner siempre la otra mejilla. Pienso que en ocasiones es mejor dar un golpe en la mesa y decir “basta, hasta aquí hemos llegado”.

De todos modos no me entiendas mal, no se trata de un disco político. Sólo estoy narrando hechos históricos desde un punto de vista épico, como si se tratase de una película o de un documental.

 


Es original. Definitivamente no son las típicas letras deathmetaleras.

No, no, no. No lo son. Pero no por ello el disco es menos potente y heavy.

 

¿Cómo es que en esta ocasión esperaste a tener toda la música compuesta antes de empezar a escribir las letras?

Al querer hacer un disco conceptual era mejor enfocarlo de esa manera. Fue como hacer un gran puzle: tenía todas las piezas, pero había que colocarlas de la manera correcta y eso sólo fue posible después de dedicarle mucho tiempo y esfuerzo y darle muchas vueltas a todo. Al final las piezas fueron encajando poco a poco.

Debo decir que cada letra que escribía implicaba profundizar un poco más en la cultura del Tibet, y eso fue muy trabajoso. De hecho, escribir todos los textos me llevó tanto tiempo como componer toda la música. Todo el concepto era muy exigente y no podía darle forma sin saber cómo iban a sonar las canciones, por eso dejé las letras para el final.

 

Está claro que las letras son una parte muy importante del nuevo álbum.

Puedes jurarlo. En general he procurado prestarle atención a todos los detalles. También a lo que es el diseño del disco, y es que en el libreto va a haber una ilustración acompañando a cada letra. Cada dibujo reflejará el tema que trata la letra.

 

¿También son tuyos esos dibujos?

No. Los hizo un amigo mío llamado Martin Lacroix (casi con total seguridad se refiere al Martin Lacroix que militó en Cryptopsy entre 2001 y 2003 –ndr). Lo paradójico del asunto es que el disco se llama ‘Colored Sands’ y sin embargo todas las ilustraciones son en blanco y negro. Pero es genial, queda elegante. Desde luego no es el clásico diseño Death Metal (risas).

 

Creo que habéis vuelto a contar con Pierre Remillard para la producción…

No exactamente. Habíamos trabajado con él en ‘Obscura’ y ‘From Wisdom’, pero esta vez sólo grabó las pistas básicas. En realidad el álbum lo produjo y mezcló Colin, que aportó mucha textura y muchas ideas al sonido de guitarra, aunque yo ya tenía una visión muy clara de cómo tenía que sonar. Para ser exacto, buscaba una producción más de disco progresivo que de Death Metal, si entiendes lo que quiero decir. Pienso que nos ha quedado una producción en la línea de Opeth o los proyectos de Steven Wilson (Porcupine Tree –ndr).

 

¿Nunca has considerado trabajar con alguien diferente?

Pues si te digo la verdad mi idea inicial era usar a Steven Wilson, precisamente. Pero por motivos de agenda y demás no pudo ser. En cualquier caso ha sido genial repetir con Pierre. Es muy buen amigo mío y sabe bien lo que quiero, así que es muy fácil trabajar con él. Además, como te decía antes, Colin jugó un rol muy activo en la producción y tener a alguien nuevo metiendo baza siempre ayuda a refrescar el sonido.

Quizá alguna gente se queje porque, por ejemplo, las voces no están tan en primer plano como se espera en este tipo de música, sino que se funden con el resto de la instrumentación, pero es que queríamos exactamente eso.

 


Sin duda el sonido es muy orgánico y atmosférico, aunque no por ello menos potente o brutal.

Sí. Colin hizo un trabajo excepcional con la mezcla y con total seguridad volverá a ocuparse del siguiente disco.

 

A todo esto, ¿habéis usado triggers?

Sólo en los bombos, para que suenen más potentes, ya sabes. De todas formas en algunas partes limpias hemos prescindido de ellos. Queríamos que el disco sonara lo más orgánico posible.

 

Más cosas. Mucha gente piensa que bandas como Gorguts han conseguido llevar el Death Metal a otro nivel y, consecuentemente, creo que tenéis cierta responsabilidad al respecto con ‘Colored Sands’. ¿Qué opinas de esto?

Vaya, eso es todo un halago (risas). Es posible que con ‘Obscura’ y ‘From Wisdom…’ hayamos abierto algunas puertas, pero… (hace una pausa) Mira, es que cuando me pongo a componer lo hago de la misma manera que hace 20 años. Es decir, simplemente intento hacer la música que me gustaría escuchar. Por aquel entonces, te hablo de la época de ‘The Erosion of Sanity’ (Roadrunner, 1993 –ndr), estaba muy influenciado por bandas como Suffocation, así que intentaba escribir material en esa línea. Lógicamente, con el paso de los años mis gustos se han expandido, aunque no me entiendas mal: sigo adorando a Suffocation y a todas esas bandas, es solo que ahora también disfruto escuchando otros estilos e incorporando esas nuevas influencias en mis propias canciones.

Pero volviendo a tu pregunta, no creo que tengamos tal responsabilidad (risas). Aunque es todo un halago por tu parte, sin duda. E insisto en que, aunque el enfoque de Gorguts hacia el Death Metal sea más experimental, yo sigo alucinando con bandas de un estilo más clásico como Entrails o Bloodbath. De hecho, el último Ep de Bloodbath… (piensa)

 

¿‘Unblessing the Purity’?

¡Eso es! ¡Ese Ep es increíble! Una de mis tres ediciones de Death Metal favoritas. Sigo adorando ese viejo sonido sueco. Y me encantan también Ulcerate y muchas más bandas extremas, pero cuando compongo sólo intento hacer la música que me apetece escuchar. Y si te fijas nunca hemos hecho el mismo disco dos veces. Prefiero dejar pasar algunos años entre álbum y álbum, de forma que mi estilo compositivo pueda tener tiempo para desarrollarse, que editar algo casi cada año y que sea siempre lo mismo. Creo que es mejor espaciar más las ediciones para tener siempre algo que decir.

 

Y está claro que si por algo se conoce a Gorguts es por vuestro estilo técnico y retorcido. A este respecto, ¿qué opinión te merece la nueva ola de bandas ultra brutales y ultra técnicas? Me refiero a formaciones como Brain Drill, Viraemia y similares. He de decir que personalmente no me gustan demasiado, y es que esa clase de grupos parecen más preocupados por demostrar sus habilidades que por escribir canciones propiamente dichas.

Es un estilo como otro cualquiera, con la particularidad de que su objetivo es el virtuosismo porque sí, lo cual me parece bien aunque al final esas bandas no me dicen nada. Lo curioso es que yo mismo pasé por una etapa en la que mi aproximación a la guitarra se basaba mucho en la técnica, pero te hablo nuevamente de los años de ‘The Erosion…’. Hoy en día estoy más interesado en crear atmósferas y conseguir transmitir algún tipo de emoción que en todo ese rollo del virtuosismo.

De modo que esas bandas no me llaman la atención, pero admiro la destreza que tiene esa gente, por supuesto. Mira a Rings of Saturn, por ejemplo. Es una locura lo que tocan.



Para mí se resume en sweep picking, breakdowns y gravity blasts. Esa combinación me aburre rápido. Me quedo con Origin o Nile, que son igual de técnicos y además escriben canciones. Aunque es solo mi opinión.

Coincido contigo, pero al final es todo cuestión de gustos. Al que le guste, mejor para él (risas).

 

Cambiemos de tema. ¿Qué recuerdos te vienen a la cabeza cuando piensas en los primeros tiempos de Gorguts?

Muy buenos recuerdos, sin duda. Éramos jóvenes y teníamos mucho que aprender, pero fue genial. Ensayábamos todos los días en mi apartamento de Sherbrooke (Quebec, Canadá –ndr), donde solía vivir entonces. Siempre había amigos en el piso y nos pasábamos el día hablando de música y ensayando. Parábamos para cenar algo y volvíamos a ensayar. Fue una época absolutamente genial. No es que ahora sea menos apasionado en lo que respecta a la música, pero ya sabes, ahora soy mayor y tengo también otras preocupaciones y responsabilidades. Echo de menos esos años en los que lo único que importaba era componer nuevos temas.


Una última pregunta, Luc: ¿hay alguna gira europea prevista? ¿Cuándo podremos ver a Gorguts en España?

No será en 2013, porque el álbum saldrá a finales de agosto y luego ya vienen el otoño, las navidades y todo eso, así que supongo será hacia principios del año que viene. No hay nada atado todavía, pero he estado intercambiando e-mails con nuestro agente europeo por lo que espero que surja algo para la primera mitad de 2014.

 

Creo que solo os habéis dejado caer por  Europa en una ocasión, ¿me equivoco?

Estás en lo cierto. Hicimos una gira europea en 1993, cuando se editó ‘The Erosion of Sanity’, y eso fue todo. Nuestra siguiente visita fue 19 años después, es decir, el verano pasado, pero sólo tocamos en algunos festivales de verano.