Canadá vio nacer, hace
ya casi un cuarto de siglo, a una de las bandas más originales y creativas de
la escena Death Metal. Poseedores de un sonido único e inconfundible (oscuro y
técnico a partes iguales), Gorguts renacen de sus cenizas tras varios años de
ausencia y vuelven, de la mano de Season of Mist, con un nuevo y fantástico
álbum llamado ‘Colored Sands’.
Un muy agradable y accesible Luc Lemay (vocalista, guitarrista y líder de la formación) repasa con nosotros el pasado y presente de una banda que, sin duda, se adelantó a su tiempo.
Es
genial. He estado esperando esto desde hace mucho tiempo.
Han sido doce años.
Sí,
doce. Pero no me ha llevado doce años escribir el disco (risas). Empecé a
trabajar en el álbum hacia 2007 o 2008, y es fantástico tener nuevos miembros
con los que compartir ideas y tocar este nuevo material. Tanto Colin (Marston,
bajista –ndr), como Kevin (Hufnagel, guitarrista –ndr) o John (Longstreth,
batería –ndr) son todos unos excelentes músicos. Ha sido muy estimulante trabajar
con ellos.
Y
estar en Season of Mist también es estupendo. Nos están apoyando mucho. Están
haciendo un trabajo genial. No podría estarles más agradecido.
¿Hasta qué punto
podemos considerar a Gorguts como un proyecto tuyo en solitario acompañado por
músicos de sesión? ¿Podríamos decir que a día de hoy se trata de una one man
band?
Sí
y no. He sido el líder de este grupo desde hace casi 25 años, pero siempre me
he querido rodear de músicos de gran talento. Una banda necesita un líder del
mismo modo que necesita un cantante o un batería. Y yo sé lo que quiero para
Gorguts, pero no les digo a los demás cómo tienen que hacer su trabajo. Me
acompañan músicos que tocan sus instrumentos un millón de veces mejor que yo,
lo cual me encanta porque compartir ideas con personas así es una experiencia
enriquecedora.
Es
cierto que el 99% del material de ‘Colored Sands’ lo he escrito yo, pero en
ningún momento les he dicho a los demás lo que tenían que hacer. Ellos hicieron
sus contribuciones a los temas y yo las he respetado siempre. Puede que en
alguna ocasión, a la hora de armonizar algún riff, yo haya dicho “esa escala
mayor que estás tocando… ¿no podríamos cambiarla por algo un poco más oscuro?” o
algo así, pero todo se reduce a eso. Al final termina siendo una decisión
consensuada, aunque yo lleve la batuta.
Por lo tanto, en ese sentido no podría definir a Gorguts como una one man band. Por supuesto es algo que he creado yo, es algo mío, pero les doy a mis colaboradores libertad absoluta siempre que eso vaya en beneficio de las canciones, claro.
¿Sientes algún tipo de
presión ahora que finalmente el disco está a punto de ser editado? Hay mucha
expectación al respecto, mucha gente está muy pendiente de este lanzamiento.
No,
no siento presión (risas). Simplemente estoy ansioso por dar a conocer este
disco. Estoy deseando que la gente pueda escuchar el álbum al completo. Ahora
mismo ya están disponibles dos canciones, pero quiero que la gente tenga el producto
final, que escuche todo el material y que pueda leer las letras para
profundizar en la historia que hay detrás de la música.
Hay
un concepto lírico que une todos los temas, y aunque obviamente cada uno de
ellos puede ser escuchado y disfrutado de forma independiente, el álbum fue
concebido como un todo y por ello considero importante que la gente lo
experimente de principio a fin. ¿Tú tienes el disco completo?
Sí, de hecho ya le he
dado dos o tres escuchas y debo decir que me parece un trabajo excelente.
Gracias,
muchas gracias.
Te digo más: hasta
ahora mi disco favorito de la banda era “Obscura” pero creo que ‘Colored Sands’
lo supera.
Oh
(risas), ¿de verdad? Genial. Muchas gracias.
Por cierto, ¿qué
motivos te llevaron a resucitar el grupo?
Bueno,
obviamente me apetece tocar en directo los nuevos temas tanto como sea posible,
pero el principal motivo del regreso de Gorguts fue simplemente celebrar los 20
años del nacimiento de la banda.
Si
te soy sincero, yo ya había dado el grupo más que por terminado, pero fue Big Steeve
(Steeve Hurdle, guitarrista de la banda entre 1993 y 1999, fallecido el año
pasado –ndr) el que me dio la idea de grabar un nuevo disco con motivo del 20
aniversario. Esto fue en 2007. Me dijo, “dentro de un par de años hará dos
décadas que empezaste con todo esto, ¿no crees que estaría bien editar un nuevo
álbum a modo de conmemoración?”. A mí no me pareció mala idea así que empecé a
darle vueltas, y cuando quise darme cuenta ya estaba de nuevo volcado en la
composición. Y a día de hoy no podría estar más contento por cómo están yendo
las cosas, especialmente ahora que estoy trabajando con Colin, Kevin y John.
De
modo que ese fue el motivo principal: crear nueva música. Simplemente eso. No
quiero que el nuevo disco sea visto como una excusa para reunir el grupo y salir
de gira. Al contrario. De hecho, como músico lo único que me interesa es escribir
canciones, incluso más que tocar la guitarra, que es algo que si no va asociado
a componer no me motiva lo más mínimo. Se da la circunstancia de que la
guitarra es mi instrumento, pero tocar por tocar… pse. Lo que yo quiero es
crear. Es lo que más me gusta. Por supuesto también disfruto tocando en
directo, pero definitivamente soy más un músico de estudio.
De todos modos, si
resucitaste la banda en 2008 y el disco se edita ahora, en 2013, ¿quiere eso
decir que te llevo cinco años tener listo todo el material?
No.
En realidad el disco ya estaba totalmente compuesto desde 2011, pero hubo más
factores que influyeron. Yo tenía un contrato con Century Media, ya que ellos
eran los dueños de Olympic Records, con quienes editamos ‘Obscura’ (1998 –ndr)
y ‘From Wisdom to Hate’ (2001 –ndr). Cuando Century Media compraron Olympic yo
ya había disuelto Gorguts y estaba muy desconectado del mundo de la música.
Quería hacer otras cosas y empecé un negocio relacionado con la madera, ya
sabes, tallando y construyendo muebles, que es algo que también me gusta mucho.
Finalmente,
cuando decidí resucitar la banda, contacté con Century Media para comentarles
mis planes con el grupo y preguntarles si estarían interesados en editar el
nuevo disco. Me dijeron que sí, que sin problema. Yo les pregunté también si
sería posible renegociar el contrato que tenía, y de entrada dijeron que sí.
Total, que nos pusimos con todo el papeleo -para aquel entonces ya tenía lista toda
la música del nuevo disco- pero el caso es que nunca llegamos a un acuerdo.
Siempre había algún punto conflictivo. Finalmente decidimos de mutuo acuerdo
que lo mejor sería no seguir trabajando juntos, pero nos tiramos más de un año
negociando, con los abogados de por medio y todas esas cosas. En fin, un
follón.
Muchos problemas, vaya…
Demasiados.
No fue nada divertido. Fue agotador y frustrante. De hecho, paralelamente a las
negociaciones con Century Media, yo estaba intentado terminar de escribir las
letras del disco, lo que me llevó año y medio porque tuve que documentarme bien
y leer un montón de libros para poder pulir todo el concepto lírico.
Fue
un proceso muy largo: primero escribir la música, luego todo el lío con Century
Media, documentarme bien, escribir las letras, acabar dejando el sello, buscar
uno nuevo, etc. Al final el tiempo vuela y cinco años pasan casi sin que uno se
dé cuenta.
Con la edición de
‘Obscura’ creo que pasó algo parecido, ¿no? Y es que tengo entendido que,
aunque el álbum se editó en 1998, los temas estaban listos desde 1994. ¿Es
correcto?
Sí,
eso es correcto.
¿Qué es lo que ocurrió
en aquella ocasión?
Pasó
lo mismo: no teníamos contrato con ninguna discográfica y estuvimos enviando
demos en cassette a varios sellos. El problema es que en aquellos tiempos nadie
quería editar esta clase de música porque era demasiado extraña y la gente no
la entendía, y por eso terminaron pasando cuatro años antes de que ‘Obscura’
viera la luz.
Por
suerte hoy en día las cosas son distintas en ese sentido y este tipo de Metal
Extremo experimental tiene mayor aceptación.
De todos modos lo
curioso es que me confirmes que el material de ‘Obscura’ tiene prácticamente 20
años. Realmente fue un disco adelantado a su tiempo…
Gracias.
Sí, creo que fuimos algo visionarios en ese sentido. Teníamos muy claro lo que
queríamos conseguir, que básicamente era distanciarnos un poco de lo que hacía
todo el mundo y seguir nuestras propias reglas, dejando a un lado todos los
clichés del Death Metal. Era un material muy arriesgado, de ahí que tardásemos
tanto en conseguir editarlo.
Precisamente, creo que
a nivel musical ‘Colored Sands’ está más cerca de ‘Obscura’ que de ‘From Wisdom
to Hate’, que aunque era un álbum complejo, en cierto modo era más directo que
su predecesor. ¿Estás de acuerdo?
Sí.
‘From Wisdom…’ era menos caótico que ‘Obscura’. Un poco más pulido, también. Y
todas las voces eran mías, mientras que en ‘Obscura’ también cantaba Big Steeve,
lo cual es una diferencia importante.
¿Qué diferencias dirías
que hay entre el nuevo álbum y ‘From Wisdom to Hate’?
Básicamente
la diferencia está en la estructura de los temas, ya que esta vez son más
progresivos. También se trata de canciones más largas, con más espacio para que
ocurran cosas, lo que nos ha permitido ir introduciendo muchos elementos
diferentes de manera gradual. Musicalmente, cada tema es como una historia con
su inicio, su desarrollo y su desenlace. Y las letras se amoldan perfectamente
a lo que es la música.
En
cualquier caso, si uno se centra únicamente en lo instrumental, puede percibir
un toque muy a lo banda sonora. ‘From Wisdom…’ era mucho más directo. ‘Colored
Sands’ es más grandilocuente, tiene más profundidad.
¿La mayor duración de
los temas ha sido algo intencionado?
No,
no. Simplemente salieron así. Cuando empiezo a componer un tema voy trabajando
en él, pero es la propia canción la que “pide” una duración determinada. No es
que yo de entrada piense “ok, voy a intentar hacer un tema de nueve minutos”, sino
que es algo natural. A la hora de componer no sigo ninguna regla ni me impongo
limitaciones de ningún tipo.
La verdad es que los nuevos
temas suenan muy oscuros, opresivos y agónicos. En relación a esto quería
preguntarte si conoces un grupo australiano que se llama Portal, ¿te suenan?
Sí,
sí, los conozco. De hecho hicimos unos cuantos shows con ellos hace un par de
años.
No lo sabía. Te lo
decía más que nada porque escuchando vuestro nuevo material me dio la impresión
de que tenía una ligera influencia suya…
Puede
ser, puede ser (risas). Es posible, sí.
Antes me comentabas que
estuviste documentándote durante un año y medio antes de escribir las letras.
¿Puedes hablarme del concepto detrás de ‘Colored Sands’?
Claro.
El álbum trata sobre la belleza y el trágico destino del Tibet. Los cuatro
primeros temas hablan sobre la filosofía y lo hermoso de los paisajes
tibetanos. Por ejemplo, el nuevo single, ‘Ocean of Wisdom’, habla sobre la
reencarnación del nuevo Dalai Lama en el cuerpo de un niño. ‘Forgotten Arrows’
trata sobre las reglas de la causalidad: si algo ocurre en tu vida, es por
algún motivo, se debe a tus acciones. ‘Colored Sands’ habla sobre el ritual de
dibujar mandalas de arena… ¿las has visto alguna vez?
Lo cierto es que no…
Oh,
tienes que verlas, deberías buscar imágenes en internet. Son dibujos preciosos
hechos con arena de diferentes colores. Una especie de círculos llenos de toda
clase de símbolos dibujados por monjes. Es el ritual religioso y filosófico más
importante de su cultura. Y para asistir al lugar donde se celebran estos
rituales alguna gente puede caminar durante seis, siete u ocho meses y cada
tres pasos se arrodilla, tocando el suelo con su cabeza. Luego se levantan, dan
tres pasos más y vuelven a arrodillarse. Y así sucesivamente. Es una locura.
Después de estas canciones
viene un corte instrumental basado en arreglos de cuerda, una especie de
intermedio sin nada de Death Metal para darle un respiro al oyente y a
continuación volver a la carga.
Exacto.
Este tema instrumental está inspirado en la invasión china que sufrió la gente
del Tibet en 1950. A partir de aquí viene la segunda mitad del disco, y las
letras tratan sobre los trágicos eventos que se vivieron a partir de ese
momento.
‘Enemies
of Compassion’ habla sobre cómo los chinos hicieron prisioneros a los tibetanos
en su propia tierra. ‘Ember’s Voice’ es sobre las inmolaciones que hubo en el
Tibet a modo de protesta. ‘Absconders’ trata sobre el exilio de la gente del
Tibet hacia el Nepal y la India, abandonando su tierra para poder vivir en paz.
En 2006 o 2008, no recuerdo con exactitud la fecha, unos alpinistas grabaron a escondidas
a unos guardias chinos disparando con metralletas a unos tibetanos que trataban
de escapar hacia el Nepal. Este vídeo llegó a manos de las Naciones Unidas pero
China jamás se disculpó por lo sucedido. El tema habla sobre esto.
Por
último, ‘Reduced to Silence’ cuestiona la filosofía pacífica de los tibetanos,
en el sentido de si realmente vale para algo poner siempre la otra mejilla.
Pienso que en ocasiones es mejor dar un golpe en la mesa y decir “basta, hasta
aquí hemos llegado”.
De
todos modos no me entiendas mal, no se trata de un disco político. Sólo estoy
narrando hechos históricos desde un punto de vista épico, como si se tratase de
una película o de un documental.
Es original.
Definitivamente no son las típicas letras deathmetaleras.
No,
no, no. No lo son. Pero no por ello el disco es menos potente y heavy.
¿Cómo es que en esta
ocasión esperaste a tener toda la música compuesta antes de empezar a escribir
las letras?
Al
querer hacer un disco conceptual era mejor enfocarlo de esa manera. Fue como
hacer un gran puzle: tenía todas las piezas, pero había que colocarlas de la
manera correcta y eso sólo fue posible después de dedicarle mucho tiempo y
esfuerzo y darle muchas vueltas a todo. Al final las piezas fueron encajando
poco a poco.
Debo
decir que cada letra que escribía implicaba profundizar un poco más en la
cultura del Tibet, y eso fue muy trabajoso. De hecho, escribir todos los textos
me llevó tanto tiempo como componer toda la música. Todo el concepto era muy
exigente y no podía darle forma sin saber cómo iban a sonar las canciones, por
eso dejé las letras para el final.
Está claro que las
letras son una parte muy importante del nuevo álbum.
Puedes
jurarlo. En general he procurado prestarle atención a todos los detalles.
También a lo que es el diseño del disco, y es que en el libreto va a haber una
ilustración acompañando a cada letra. Cada dibujo reflejará el tema que trata
la letra.
¿También son tuyos esos
dibujos?
No.
Los hizo un amigo mío llamado Martin Lacroix (casi con total seguridad se
refiere al Martin Lacroix que militó en Cryptopsy entre 2001 y 2003 –ndr). Lo
paradójico del asunto es que el disco se llama ‘Colored Sands’ y sin embargo
todas las ilustraciones son en blanco y negro. Pero es genial, queda elegante.
Desde luego no es el clásico diseño Death Metal (risas).
Creo que habéis vuelto
a contar con Pierre Remillard para la producción…
No
exactamente. Habíamos trabajado con él en ‘Obscura’ y ‘From Wisdom’, pero esta
vez sólo grabó las pistas básicas. En realidad el álbum lo produjo y mezcló
Colin, que aportó mucha textura y muchas ideas al sonido de guitarra, aunque yo
ya tenía una visión muy clara de cómo tenía que sonar. Para ser exacto, buscaba
una producción más de disco progresivo que de Death Metal, si entiendes lo que
quiero decir. Pienso que nos ha quedado una producción en la línea de Opeth o
los proyectos de Steven Wilson (Porcupine Tree –ndr).
¿Nunca has considerado
trabajar con alguien diferente?
Pues
si te digo la verdad mi idea inicial era usar a Steven Wilson, precisamente.
Pero por motivos de agenda y demás no pudo ser. En cualquier caso ha sido
genial repetir con Pierre. Es muy buen amigo mío y sabe bien lo que quiero, así
que es muy fácil trabajar con él. Además, como te decía antes, Colin jugó un
rol muy activo en la producción y tener a alguien nuevo metiendo baza siempre
ayuda a refrescar el sonido.
Quizá
alguna gente se queje porque, por ejemplo, las voces no están tan en primer
plano como se espera en este tipo de música, sino que se funden con el resto de
la instrumentación, pero es que queríamos exactamente eso.
Sin duda el sonido es
muy orgánico y atmosférico, aunque no por ello menos potente o brutal.
Sí.
Colin hizo un trabajo excepcional con la mezcla y con total seguridad volverá a
ocuparse del siguiente disco.
A todo esto, ¿habéis
usado triggers?
Sólo
en los bombos, para que suenen más potentes, ya sabes. De todas formas en
algunas partes limpias hemos prescindido de ellos. Queríamos que el disco
sonara lo más orgánico posible.
Más cosas. Mucha gente
piensa que bandas como Gorguts han conseguido llevar el Death Metal a otro
nivel y, consecuentemente, creo que tenéis cierta responsabilidad al respecto
con ‘Colored Sands’. ¿Qué opinas de esto?
Vaya,
eso es todo un halago (risas). Es posible que con ‘Obscura’ y ‘From Wisdom…’
hayamos abierto algunas puertas, pero… (hace una pausa) Mira, es que cuando me
pongo a componer lo hago de la misma manera que hace 20 años. Es decir,
simplemente intento hacer la música que me gustaría escuchar. Por aquel
entonces, te hablo de la época de ‘The Erosion of Sanity’ (Roadrunner, 1993
–ndr), estaba muy influenciado por bandas como Suffocation, así que intentaba
escribir material en esa línea. Lógicamente, con el paso de los años mis gustos
se han expandido, aunque no me entiendas mal: sigo adorando a Suffocation y a
todas esas bandas, es solo que ahora también disfruto escuchando otros estilos
e incorporando esas nuevas influencias en mis propias canciones.
Pero
volviendo a tu pregunta, no creo que tengamos tal responsabilidad (risas).
Aunque es todo un halago por tu parte, sin duda. E insisto en que, aunque el enfoque
de Gorguts hacia el Death Metal sea más experimental, yo sigo alucinando con
bandas de un estilo más clásico como Entrails o Bloodbath. De hecho, el último
Ep de Bloodbath… (piensa)
¿‘Unblessing the
Purity’?
¡Eso
es! ¡Ese Ep es increíble! Una de mis tres ediciones de Death Metal favoritas.
Sigo adorando ese viejo sonido sueco. Y me encantan también Ulcerate y muchas
más bandas extremas, pero cuando compongo sólo intento hacer la música que me
apetece escuchar. Y si te fijas nunca hemos hecho el mismo disco dos veces.
Prefiero dejar pasar algunos años entre álbum y álbum, de forma que mi estilo
compositivo pueda tener tiempo para desarrollarse, que editar algo casi cada
año y que sea siempre lo mismo. Creo que es mejor espaciar más las ediciones
para tener siempre algo que decir.
Y está claro que si por
algo se conoce a Gorguts es por vuestro estilo técnico y retorcido. A este
respecto, ¿qué opinión te merece la nueva ola de bandas ultra brutales y ultra
técnicas? Me refiero a formaciones como Brain Drill, Viraemia y similares. He
de decir que personalmente no me gustan demasiado, y es que esa clase de grupos
parecen más preocupados por demostrar sus habilidades que por escribir
canciones propiamente dichas.
Es
un estilo como otro cualquiera, con la particularidad de que su objetivo es el
virtuosismo porque sí, lo cual me parece bien aunque al final esas bandas no me
dicen nada. Lo curioso es que yo mismo pasé por una etapa en la que mi
aproximación a la guitarra se basaba mucho en la técnica, pero te hablo
nuevamente de los años de ‘The Erosion…’. Hoy en día estoy más interesado en
crear atmósferas y conseguir transmitir algún tipo de emoción que en todo ese
rollo del virtuosismo.
De modo que esas bandas no me llaman la atención, pero admiro la destreza que tiene esa gente, por supuesto. Mira a Rings of Saturn, por ejemplo. Es una locura lo que tocan.
Para mí se resume en
sweep picking, breakdowns y gravity blasts. Esa combinación me aburre rápido.
Me quedo con Origin o Nile, que son igual de técnicos y además escriben
canciones. Aunque es solo mi opinión.
Coincido
contigo, pero al final es todo cuestión de gustos. Al que le guste, mejor para él
(risas).
Cambiemos de tema. ¿Qué
recuerdos te vienen a la cabeza cuando piensas en los primeros tiempos de
Gorguts?
Muy
buenos recuerdos, sin duda. Éramos jóvenes y teníamos mucho que aprender, pero
fue genial. Ensayábamos todos los días en mi apartamento de Sherbrooke (Quebec,
Canadá –ndr), donde solía vivir entonces. Siempre había amigos en el piso y nos
pasábamos el día hablando de música y ensayando. Parábamos para cenar algo y
volvíamos a ensayar. Fue una época absolutamente genial. No es que ahora sea
menos apasionado en lo que respecta a la música, pero ya sabes, ahora soy mayor
y tengo también otras preocupaciones y responsabilidades. Echo de menos esos
años en los que lo único que importaba era componer nuevos temas.
Una última pregunta,
Luc: ¿hay alguna gira europea prevista? ¿Cuándo podremos ver a Gorguts en
España?
No
será en 2013, porque el álbum saldrá a finales de agosto y luego ya vienen el
otoño, las navidades y todo eso, así que supongo será hacia principios del año
que viene. No hay nada atado todavía, pero he estado intercambiando e-mails con
nuestro agente europeo por lo que espero que surja algo para la primera mitad
de 2014.
Creo que solo os habéis
dejado caer por Europa en una ocasión,
¿me equivoco?
Estás en lo cierto. Hicimos una gira europea en 1993, cuando se editó ‘The Erosion of Sanity’, y eso fue todo. Nuestra siguiente visita fue 19 años después, es decir, el verano pasado, pero sólo tocamos en algunos festivales de verano.